Ulises
Ulises era el rey de Itaca. Dicen que fue hijo de Laertes y Anticlea. Tuvo una mujer llamada Penélope y con ella tuvo un hijo llamado Telémaco. Dicen que fue un gran negociador y sabio consejero, contribuyo poderosamente a la toma de Troya, andando, errante por los mares 10 años después de dicha conquista. Todo lo que le paso en su viaje que duro 20 años fue por culpa de una tormenta causada por el rey del mar que le había desafiado asta que a su regreso tuvo que matar a todos los pretendientes de su mujer
EL VIAJE DE ULISES
El regreso de Ulises constituye el tema de la Odisea, y la personalidad de Ulises no ha dejado de enriquecerse, hasta el punto de dar lugar a un verdadero ciclo, que en Italia y en el mundoetrusco parece haber tenido un favor muy especial. Tras la toma de Troya, Ulises se peleó con los otros jefes y siguió a Agamenón. Pero pronto fue separado de éste y abordó en Tracia, donde tomó y asoló la ciudad de Ismaros. No dejó a salvo más que al sacerdote de Apolo. LA MAGA CIRCE
Ulises volvió a partir, al azar. Con los lestrigones, un pueblo de antropófagos, perdió todos sus barcos, salvo uno, y en esa embarcación es donde llegó a la isla de Aea, donde vivía la maga Circe. Circe era hija del Sol y de la Oceánida Perseida, y era hermana del rey de la Cólquida, Aetes. Vivía sola, con sirvientes, y metamorfoseaba en animales a todos los viajeros que llegaban a su palacio. Ulises, sin saber lo que le esperaba, envió en exploración un grupo de marineros: la maga les acogió amablemente, y les dio de beber un brebaje encantado, transformándoles en lobos, en perros, etc. Ulises, cuando no vio volver a sus compañeros, emprendió su búsqueda solo. En el bosque, Hermes le abordó y le dio el secreto para escapar a los encantamientos de Circe: que echara en el brebaje una hierba llamada moly, y la bruja estaría a su merced. Armado de la planta mágica, Ulises resistió a los encantamientos: sacó la espada y obligó a Circe a dar forma humana a sus amigos. Luego pasó con ella un mes -o un año- de delicias, y le dio un hijo, Telégono. Al partir, recibió de Circe el consejo de ir a consultar al alma del adivino Tiresias, en el país de los Cimerios.
LAS ISLAS DE LAS SIRENAS
Tiresias debidamente evocado, revela a Ulises el porvenir que le espera, y el héroe se vuelve a marchar, infatigablemente. Costea la isla de las Sirenas, monstruos medio mujeres, medio pájaros, hijas de la Musa Melpómene y del dios-río Aqueloo; con su musica, atraían a las naves, que se estrellaban en los escollos de la isla. Tras de lo cual, ellas devoraban a los náufragos. Pero Circe había enseñado a Ulises lo que debía hacer. Ulises llenó de cera las orejas de los marineros, y se hizo atar al mástil del navío, pudiendo así atravesar sin temor el lugar peligroso. Después hubo de afrontar a los dos monstruos Caribdis y Escila, que devoraban a los marineros y provocaban temibles remolinos. Luego abordó la isla de Trinacia, donde pacían bueyes blancos consagrados al Sol. Una larga calma retuvo en la isla a los compañeros de Ulises más tiempo del que pensaban, y no pudieron menos, impulsados por el hambre, de matar un buey, durante el sueño de su jefe. El Sol fue a quejarse a Zeus. Cuando el barco volvió a partir, el dios envió una tempestad terrible, el barco zozobró y todo el mundo se ahogó, menos Ulises, que, aferrado al mástil, fue arrastrado por la mar durante nueve días con sus nueve noches. El décimo día, llegó a la isla de Calipso, una ninfa que le retuvo en ella vario años. Pero Atenea obtuvo de Zeus que enviase a Hermes a dar orden a Calipso de que dejara ir a Ulises. Y así fue como, después de haber construido él mismo una balsa y conjurado una tempestad suscitada por Poseidón, llegó, agotado pero vivo, a la isla de los Feacios.
EL REGRESO A ITACA
Ya los viajes de Ulises estaban casi terminados. Los feacios le acogieron con bondad, y, cargándole de muchos regalos, le hicieron llevar hasta Itaca. Pero le hacía falta reconquistar su reino, que estaba en manos de un tropel de jóvenes príncipes pretendientes que, reunidos en torno a Penélope, y devorándolo todo en palacio, imponían su ley en Itaca. Muy hábilmente, disfrazado de mendigo, Ulises consiguió deslizarse en su casa, sin dejarse reconocer más que por algunos hombres seguros. Con ocasión de un concurso de tiro con arco -que aconsejó a Penélope que organizara- aniquiló a los pretendientes, y pudo, por fin, recobrar su lugar. Así se termina la Odisea, pero la "saga" de Ulises no se acaba con eso. Se contaba que el héroe había vuelto a hacerse a la mar, y había guerreado en Epiro, o bien que había partido a fundar ciudades entre los tirrenos (en el país de los etruscos) y que, finalmente, había sido muerto, accidentalmente, por Telégono, el hijo que había tenido de Circe.